MÁRTIRES
MÁRTIRES
El domingo 26 498 Mártires compatriotas, en una solemne ceremonia presidida por su Santidad el Papa, serán beatificados. Esto que para los católicos españoles sólo puede ser un timbre de Gloria, aquellos mártires morían dando gracias a Cristo Rey, ha sido criticado por la clase periodística democrática, singularmente por el diario ultraliberal de obediencia socialdemócrata y masónica “El País”. Periódico que se ha lanzado a una cruel campaña de desprestigio y linchamiento de los propios Mártires y la Iglesia en general.
La edición del lunes 22 de octubre no podía ser más beligerante con la catolicidad de nuestro pueblo que fue masacrado por las hordas republicanas, socialistas, comunistas y anarquistas. Pero no vamos a hablar del pasado ya que lo que pretende ese vehículo de desinformación y desmesura sectaria es acabar hoy en día con cualquier resto de influencia social que pueda tener la Iglesia en España. El anticlericalismo tan presente hoy en nuestra patria, promocionado desde el mismo gobierno de la nación por un resentido y radical Zapatero tiene claro que su fin es delimitar la presencia del catolicismo al ámbito privado del llamado ciudadano. Esto que es así con el catolicismo paradójicamente es puesto en cuarentena con otras creencias, foráneas, como es el Islam
Así “El País” no ha tenido empacho en llamar fanáticos, mezquinos y poco versados en el Evangelio a los pastores de una Iglesia que sólo ahora parece ocupar el espacio de denuncia contra unos valores que le son antagónicos. La Iglesia desde los tiempos del cardenal Tarancón abandonó en muchos temas, algunos los más importantes, su obligación de señalar con el dedo lo que era un cúmulo de inmundicias, podredumbre, y corrupción. La descristianización de España ha sido imparable; la legislación ha sido inverosímilmente lesciva contra toda sana moral; el estado ha ocupado parcelas de poder y decisión que sólo a las familias o la sociedad civil debieron corresponder.
Ese periódico versado en el arte de calentarse a la sombra del poder, y que como buen demócrata piensa que el Estado es superior a la Religión achaca a la jerarquía eclesiástica lo que debiera ser su norma y norte, hacerse desde la atalaya de la autoridad moral un camino a favor de la militancia política. Pero nosotros no decimos esto entendiendo esa militancia como algo partidista, antes al contrario repudiamos ese contexto, nosotros lo que demandamos es a unos pastores que sin miedo lideren una rebelión cívica contra un sistema perverso que se mantiene gracias a la pasividad e indiferencia de unos católicos españoles idiotizados y enajenados hasta limites sonrojantes
La sangre de esos Mártires tiene que servir para recordarnos que se puede estar enfrente de la iniquidad pase lo que pase, que se puede morir perdonando a los verdugos, pero nunca a costa de olvidar lo que se es. “ El País” furibundamente reclama que se limiten los espacios sociales de la Iglesia, hoy en España el católico es perseguido, molestado, zaherido y vilipendiado sin que pase nada. Mientras formaciones que apoyan parlamentariamente al gobierno hacen campaña para que se retiren los crucifijos de escuelas, hospitales y centros de trabajo; y al mismo tiempo piden que en determinadas ciudades, donde tampoco ondea la enseña nacional, se alcen en el mástil, en pro de la pluralidad, la bandera feminista y la del movimiento homosexual; ¡Habrá más concordia! No hay que extrañarse, en nuestra patria los poderes públicos de derechas y de izquierdas subvencionan muestras denominadas artísticas en los que se hace mofa de Nuestro Señor Jesucristo, o de los Santos, o de Santa maría Siempre Virgen, es la libertad de expresión que el periodicucho de la familia Polanco niega a una institución bimilenaria en España, que estuvo en la piel de toro antes de la promulgación de su Constitución y que estará, aunque les pese, cuando el conjunto de artículos sea sólo papel mojado.